Leer no es para mi.
O eso debe ser, porque no encajo en los lectores crónicos de TikTok.
No me gusta leer.
Pero paso horas buscando novedades, en videos, podcast y otros lugares. Existe en mi una necesidad intrínseca de saber que es lo que está pasando en el mundo de la literatura, pero cada vez, se va a menos. Existen menos blogueros y más tiktokers hablando superficialmente del libro, creyendo que decir los “tropos” es lo mismo que describir el libro.
Es oficial, la lectura ha muerto.
O es lo que parece que los snobs quieren hacernos creer.
Hoy en día estás más cerca y en contacto con autores y sus novelas. Actualizada, pero no interesada, ya que según muchos, todo se ve igual. Eso suele pasar, cuando buscas en el mismo lugar.
Ya sea en Google, Pinterest, Tumblr e Instagram, todos los post se ven exactamente igual… ¿Lo hacen? Quizá si sigues a una misma corriente minimalista y bonita. La actualización y digitalización, en realidad es una herramienta de acercamiento, y sí, eso también significa que te va a acercar a aquellos que solo imitan.
Seamos honestos, por favor. Todos queremos sobresalir, pero dentro de lo mismo, porque solo así se nos ve como superiores, o como relevantes. Todos queremos ser la persona disruptiva, pero comenzar así es difícil, por eso existen los moldes. Es la vía rápida. Y he sido parte de ello, lo soy.
Sin embargo, pareciera que cada vez tengo menos interés en leer, porque, ¿para qué hacerlo? No voy a llegar 40 libros mensuales… Porque esa es la media, ¿no? Todos leen 40 libros al mes. Pasen el secreto, me serviría para la universidad.
¿Para qué leer? Dejando el cinismo de lado, considero que todos se atragantan a páginas, con libros sin contenido, ni esencia, que solo repiten las mismas ocurrencias, con diferentes nombres.
De aquí nace la denuncia y el odio público sobre ciertos autores que supuestamente escriben los mismos libros, solo cambiando la profesión de los protagonistas y el nombre. Auch, eso duele.
No es divertido leer. Es una obsesión. Hay que aguantarse ver como en las redes sociales, las personas leen como si fuera una maratón. Se que estamos por entrar en una tercera guerra mundial, pero tampoco es que leer todos los pendientes nos vaya a salvar o dar la receta para acabar con el mal del mundo… ¿O sí?
No me gusta leer, ¿Para qué? Si solo debo leer lo de ahora y no lo del ayer, pues estoy en la ruina.
Nadie debería leer nada publicado antes del 2010, ¿Para qué? Cosas de los viejos esos libros, polvorientos y que no quedan bien en mi foto de feed de Instagram, con sus portadas feas y hojas amarillentas. Lo viejo es el ayer, ¿Por qué querría atrasarme?
Leer, repito, por maratón, y no por verdadera pasión, es el cáncer de nuestra comunidad.
No estoy diciendo nada disruptivo o que vaya a cambiar el status quo. No me gusta leer, que sorprendente. La verdad nunca dicha en voz alta, porque no negaré que no llego a leer ni 10 libros en un año. ¿Quién más que yo, sabrá porqué?
No como en TikTok, con sus 40 libros mensuales, sus aplicaciones, sus planes de lectura, y sus libros llenos de notas adhesivas y marcadores en todas las páginas, para dar el efecto de que es un libro profundo… Es el equivalente a subrayar todo el párrafo en una fotocopia universitaria.
Leer no debe ser para mi. Porque no compro nuevas ediciones, ni especiales, ni las decoro siempre, de forma perfecta y ordenada, de la manera más estética posible, para cosechar likes en internet.
Compro libros usados, o los descargo del montón de páginas piratas, y eso en cualquier lado de la comunidad, es un pecado sin perdón. ¿Cómo vas a perjudicar al escritor de esa manera? Noticia, la mayoría del dinero no va al escritor, sino a la editorial, las grandes editoriales. Que compran el libro y sus derechos a migajas en comparación al resultado final. Pero sí, la piratería es un acto a traición… al sistema capitalista. Y es sencillo decir “Cuando yo publique, voy a querer que pirateen mi libro”, porque seamos sinceros, nadie quiere eso. Son ambas consecuencias de un sistema que le pone trabas al acceso a la literatura y al arte, y es una forma de filtrarlo hacia el pueblo llano que no puede costearlo.
Un poco de sociedad no cae mal, nunca. Pero entiendo el desagrado que se tiene por los piratas. Lo siento, no busco amigos o caer bien, soy pirata, ¿Qué se le puede hacer?
Es como en Instagram, con sus Kindle y sus libros electrónicos comprados de forma legal. Los mismos libros… los mismos gustos… Ni se te ocurra poner un pie fuera del púlpito, porque te vas a contagiar de la pobreza y de la piratería característica de nosotros, aquellos que no nos interesa el autor, ni las pobres editoriales, ni el ciclo del comercio.
Es aquí que encuentro otro problema sobre que no me guste leer.
No hay nada de malo en la romantización, pero de 800 libros guardados, venidos de recomendaciones, solo he acabado como 6… en cuatro años… Y eso es como mucho.
Siento la presión externa de leer. ¿Por qué? ¿Por qué siempre todos están tan obsesionados en digitar la vida de las demás personas? ¿Estamos frente a una comunidad fascista?
La comunidad erudita siempre ha sido un poco fascista, pero por sobre todo clasista, sin embargo, ¿Cómo te da el tupé para serlo leyendo lo que lees?
Admito, que esta última pregunta es polémica. ¿Quiénes nos creemos que somos, aquellos que no leemos mainstream, para rebajar los gustos de los demás, sólo por que son más popular? ¿Quién es el fascista ahora?
Fascista, fascista, fascista…
La palabra favorita de los snobs, ¿no creen? Mírale, al letrado, el que conoció desde joven lo que significaba la masacre a la individualidad.
Todos somos una masa sin identidad, hay que aceptarlo, fingiendo ser snobs, tomando café y alcohol, y escuchando jazz alemán, junto con Wicked Games. Puras masas volviéndose vigilantes. Sin alcahuetes que me hagan de campana.
A nadie le gusta leer.
Todos quieren creer que son cultos e intelectuales.
Pobres, son burros los influenciables, que solo ostentan orejas en frente de escaparates llenos de páginas vacías.
A mi no me debe gustar leer. Porque de gustarme, ¿No lo haría? Quizá leer no es para mi, y eso está bien… O quizá tengo el cerebro frito con tanta propaganda consumista, que en vez de consumir porro, cree que leerse 30 libros al mes es lo ideal. Pero el porro te hace mierda la cabeza igual, leas o no, 30 0 60, 40 u 80… No te vuelve mejor, no te vuelve más intelectual, si solo al consumir tragas, y no saboreas lo que tienes frente a vos, al alcance, observándote de regreso, esperando cambiar algo en vos, y en todos aquellos a tu alrededor.
Leer no es una personalidad.
Leer no es consumir.
Leer es una práctica consiente, que no debería servir para alardear.
Lean menos, lean más.
Al final, todos estamos igual de vacíos.
xoxo, Tor.